Otro elemento del mapa geológico es el tipo de contacto existente entre cada unidad cartografiada, o sea, entre cada uno de los diferentes colores del mapa. Un contacto, en un mapa, es la línea resultante de la intersección entre la superficie que separa los dos conjuntos cartografiados y la topografía. Se pueden definir diversos tipos de contactos según las rocas y procesos que los han originado. Éstos se pueden ver esquematizados en forma de pequeños cortes geológicos en la figura adjunta.
Para conocer qué significa una línea de puntos dibujada en el mapa sólo hace falta mirar la leyenda: en nuestro ejemplo (ver mapa geológico) representa un contacto concordante. Esto comporta una relación de paralelismo entre dos conjuntos de rocas estratificadas superpuestas. Este paralelismo no siempre configura una continuidad. Por eso es posible que en un mapa se encuentren diferentes tipos de contactos concordantes. Muchas veces dos conjuntos de rocas pueden mantener su paralelismo y presentar una discontinuidad estratigráfica ya sea por erosión o por no deposición. Por ejemplo, las paraconformidades representan contactos concordantes donde falta (por no sedimentación) un intervalo de tiempo geológico importante. Si no se presta atención a la edad de las rocas, mirando una vez más la leyenda del mapa, esta disposición puede dar una falsa apariencia de continuidad.